Un Lento Despertar

Hay días en que es mejor no despertar, en que todo lo que te rodea indica, inexorablemente, que ese no será un buen día, esta mañana sentí eso...pocos recuerdos conservaba de mi noche y eso era ya una mala señal, recordaba solo imágenes diáfanas que se diluían en la claridad matinal. levante lentamente mi cuerpo y llego la segunda imagen, había dormido con ropa y zapatillas sobre la cama, y una botella de ron vacía ocupaba el lugar del teléfono en el velador. tome mi teléfono y revisé los últimos números discados..nooooooooooooo...la había llamado a las cuatro de la mañana después de desaparecer por casi dos años sin aviso; con ésto no terminó mi desdicha, ya que al llegar al baño a refrescar mi cara recordé una imagen que lleva todo el día dando vueltas en mi cabeza......
no se si mañana desearé despertar.

De Chile a Mexico...y Viceversa

Hace aproximadamente un mes un gran amigo abrió sus alas y emigró cual golondrina al calor del norte. en las noches frías es inevitable extrañarlo, extrañar esas largas noches en que debatiamos temas tan distintos, pero siempre tan gratos; imposible no extrañar esos silencios cómodos o los gritos tratando de interpretar de la manera más gráfica posible la canción de Damien Rice para luego llegar casi al llanto.
se que su boleto tiene regreso, pero eso nunca se sabe...

Vuelvo junto a Joaquín y Andrés

Traté de cambiar, de ser otro, pero terminé peor, mucho peor de como había comenzado y mucho más lejos de lo que quería lograr. había decidido convertirme en alguién feliz, no tenía más aspiraciones que esa, pero todo se enturbio en el camino y termine transformandome en aquel ser que odiaba; cambié mis viejas borracheras junto a Calamaro y Sabina por unas insípidas noches de osadía en cartón. Es cierto, ya no lloraba en mi solitaria embriaguez, pero hubiera dado todo por volver a esa tristeza escogida y no plantarme en una falsa alegría, que me empujaba sin retorno al ático de los miedos y me llevaba a cometer actos que no imaginaba pudieran provenir de mí...
por último he decidido abandonar la estupida idea de que puedo manejar mi vida, de que puedo entregar mi piel al sol y esperar el nacimiento de una nueva y mejor, me entrego de lleno a la vida y sus embrujos...
desde que me perdí ya no existo.