Mi Amigo Alfredo

Ayer conocí a un elefante enamorado, sus ojos brillaban cada vez que me hablaba de ella, yo trataba de ser cómplice en su sentimiento, mas mi racionalidad no me permitía concebir que Alfredo (ese era el nombre del elefante) estuviera enamorado, mucho menos de una iguana superficial, que en lo único que piensa es en tomar sol. Cada vez estoy más convencido que este mundo está al revés.