MMMMMMMM
No siempre fui este ente frío, calculador e insensible que ustedes conocen, hubo un tiempo mejor en que tenía sueños y estaba convencido que podía lograrlos, tenía más gente a mi lado, tenía una sonrisa invencible que brindar a quien le sirviera, tenía un perro. Toby Marley era lo máximo, la envidia de los otros canes por ser el más libre de todos, y por sus hermosos dreadlocks que daban ritmo a su caminar, eramos inseparables gracias a un gran cariño y no a una correa.
T. Marley partió hace siete largos años, y con el partió algo de mi, esta tarde fue imposible contenerme al escuchar "Callejero" de Alberto Cortés, algo sucede en mi interior al recordar al dios de los perros.
5 Comments:
Era muy muy perra: Natalia... El olvido no la quiere olvidar. Abrazos, lindo post.
me dio pena la pena de hace horas atrás... y ahora Toby Marley...
hojas, margaritas y sábados de infancia (siempre me gustaron más los sábados de cuando era chica), saludos, c.
Esos perros, grandes compañeros de la vida. No se los pueden olvidar. Abrazos.
Me ha hecho recordar a mi Tobby. Mi periquito australiano, que volo hacia el mas alla.
Quiero que recuperes la sonrisa, quiero que sea feliz, pero conmigo...
otro beso
Publicar un comentario
<< Home