Hágase la Luz

Hágase la Luz
Y la luz baña los cerros.
Hágase la luz,
Por debajo del abrigo...
Mucho se ha hablado del romanticismo que tiene una puesta de sol (hecho que no está en discusión), pero muy poco se dice acerca de la hermosura de un amanecer, quienes se han dado el tiempo de esperar con júbilo el nacimiento del sol entienden de lo que hablo.
Hace un par de meses, en compañía de ilustrísimas personas, nos dimos a la tarea de darle la bienvenida premeditadamente al sol; todo comenzó en un bar donde hacíamos la hora para presenciar un recital de Ismael Serrano (la foto pertenece a esta etapa), con el ambiente propicio que nos brindaba la buena conversación y la convicción de que escucharíamos buena música nació la idea de admirar el amanecer, y todo sucedió según lo presupuestado, vivimos un excelente recital cargado de nostalgias y esperanzas, y luego nos dirigimos a la precordillera a esperar el milagro, y en realidad fue algo muy hermoso, o tal vez sólo lo soñé, lo cierto es que en mi interior quedo grabado ese recuerdo que me atrevo a compartir con ustedes esperando motivar a alguien para que disfrute conscientemente este bello espectáculo, luego me cuentan como les fue.