viernes, junio 30, 2006
sábado, junio 17, 2006
Su Aroma

Hoy caminaba por el centro del gran Santiago desvariando en mis pensamientos cuando un aroma me trajo de lleno a la realidad, o para ser más exacto me transporto directamente a una mañana de domingo post coma etílico. Esa mañana desperté, y como es la costumbre mi mano yacía junto a mi rostro, pero esta vez era distinto, un aroma se había impregnado fuertemente en mi mano para hacerme recordar en esa mañana de fines de otoño. La noche anterior la había abrazado tanto que mi brazo ya no podía adoptar otra posición, y a fuerza de abrazos mi mano se lleno gratamente de su aroma; gracias a este despertar me di cuenta que otro hoy era posible, que ya no cargaba la pesada cruz de ese recuerdo nefasto, que ya no debía despertar cada mañana con esa marca en mi frente, en fin, gracias a ese delicado aroma me vi de una vez por todas y para siempre LIBRE.